Era negra su sombra sobre el
mar
las olas la movían y
cantaban,
y adornaban con su espuma,
como si de un traje de novia se
tratara;
la sombra se vio hermosa y
creyó,
una sirena fuera del agua,
aquella sombra que se hizo
azul
como el mar, y mujer en la
playa;
era limpio el horizonte,
los alisios la acariciaban,
el sol le daba su calor
y las olas le cantaban;
se sentía musa adorada,
hablaba con sus dioses en
el agua
que hacían su música y
cantaban,
entre las rocas aturdida, y
arenas tumbadas;
se rompió el murmullo y el
silencio
porque una ola enorme
llegaba;
se escondieron los duendes
que ella oía,
y todo se hizo blanco de
espuma blanca;
cuando todo quedó dormido,
miré y no estaba la sombra
negra
que se sentía sirena en su
mar;
no sé si se la llevo la ola que
llegó
si se convirtió en espuma
blanca
o desperté yo de un sueño, en
la playa.
Jecego. Domingo 14 de enero
del 18.
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